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En la primavera de 1992, los protagonistas de 'Días sin escuela', unniño de seis años, que será acogido por Elena Uriel y Sento, y unaniña de cuatro, sueñan con que, al acabar el verano, empezarán a ir aclase con sus amigos, pero de repente se desata a su alrededor unaguerra que, durante tres años, los arrastrará al infierno.Todas las guerras parecen, siempre, la misma guerra, esa en la que los cuatro jinetes del Apocalipsis, siempre movidos por oscurosintereses, siembran indiscriminadamente muerte, hambre y dolor,arrasando todo a su paso. Sus víctimas son, siempre, las mismasvíctimas; personas inocentes abandonadas a su suerte y atrapadas enmedio de la barbarie y el horror. Entre estas víctimas, los niños sonespecialmente vulnerables.Treinta años después de la guerra de los Balcanes, esos niños nosempiezan a contar, y no recuerdan grandes batallas ni momentoshistóricos, como relatan los libros, sino que rememoran sus días ynoches, durante tres largos años, con fríos inviernos y calurososveranos, con el hambre, la enfermedad y la muerte cabalgando a susanchas por los caminos. Recuerdan el miedo y recuerdan t
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