En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
La novena entrega de Último Reino está dedicada al pensamiento. Con nueva traducción a cargo de Marta Cerezales Laforet, Pascal Quignard llega así al centro de su búsqueda. Libro tras libro, Último Reino ha buscado experimentar otra forma de pensar. Una forma de pensar que nada tiene que ver con la filosofía. Una manera de centrarse en la letra y de avanzar descomponiendo las imágenes de los sueños, desorganizando las formas verbales. Este libro explora tres cosas. Cómo el pensamiento y la muerte se tocan. Cómo el pensamiento se acerca a la melancolía. Cómo el pensamiento se protege del trauma. El que piensa compensa un abandono muy antiguo. La base del pensamiento es la madre desaparecida. Así como el sueño es un sentido cuyas imágenes desordenadas intuyen algo que lo precedió, así el pensamiento es un sentido que utiliza palabras escritas, transcritas, retraducidas, analizadas, etimologizadas, neologizadas, que proyectan vínculos entre siluetas dispersas, donde una vez nos perdimos. AUTOR Pascal Quignard nació en 1948 en Verneuil-sur-Avre (Francia). Vive en París. Es novelista, musicólogo, novelista
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.