En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
La comedia romántica más divertida y original del año que enamorará a los fans de Emily Henry y Grady Hendrix. Una historia fantástica que te hará sentir monstruosamente bien. Llena de amor, risas y. miembros amputados.Darla Draconis, la Duquesa de la Muerte, es una legendaria monstruo que ha estado asolando los terrenos del campamento Aguaclara durante años. Hasta que una crisis existencial la obliga a tomarse un año sabático y privarse de desatar el caos entre los adolescentes llenos de granos del campamento, mientras medita qué quiere hacer realmente durante el resto de su (posiblemente infinita) vida. Pero ¿a qué se dedica una monstruo cuando sus días malévolos llegan a su fin Para Darla, significa pasar el tiempo con la cabeza decapitada (y controladora) de su madre, leyendo las novelas románticas que les roba a los campistas y lidiando con un caso monstruoso de melancolía. Hasta que Jarko Valsombra llega a Aguaclara y pone la vida de Darla patas arriba.Jarko es engreído, arrogante, irritante y, para la desazón de Darla, está de buen ver. Con la Duquesa de la Muerte dándose unas vacaciones, Jarko ha rec
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.
