En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Anna y los demás aprendices se enfrentan a un nuevo reto. Van a estudiar la biblioteca secreta de Madame Prune, una peligrosa colección de libros sobre maleficios y artes oscuras. Todo parece estar bajo control hasta que uno de los viejos volúmenes desaparece misteriosamente. Y, junto a él, la aplicada Sarah Kazam ¿Dónde se habrá metido?
Descubre el mundo de Anna Kadabra y su mágico Club de la Luna Llena, la colección best seller para primeros lectores. Los ingredientes de la pócima mágica de esta serie son:
La amistad, la magia, el humor y el empoderamiento femenino. Un tándem de autores mágico: el escritor Pedro Mañas, ganador del Cervantes Chico, y uno de los mejores ilustradores de nuestro país: David Sierra. Capítulos breves, tramas sencillas, divertidas ¡y llenas de ilustraciones! Un grupo de amigos con los que los lectores se podrán sentir identificados. Aventuras autoconclusivas que pueden leerse de forma independiente.
Si te gusta la magia... ¡te encantará Anna Kadabra! Géneros
Primeros lectores Libros familiares Libros ilustrados infantiles Relatos de acción y aventuras Brujas, magos y hechiceros
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.