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Beca vive en el corazón de Madrid, en un piso de casi doscientos metros cuadrados en el que atesora objetos de forma casi compulsiva. Es, junto con sus hermanos, la heredera de un imperio inmobiliario; sin embargo, madruga cada mañana para hacer cien magdalenas, gestionando un negocio un tanto cuestionable. Se pone sus auriculares y deja que sus manos vuelen en la cocina. Impaciente, impulsiva y enamorada de las cosas con alma, tiene en la cabeza demasiados sueños y en el corazón, demasiados miedos como para lograr centrar el tiro.
Filip vive con la maleta a cuestas, cruzando Europa con su portátil siempre a mano. Tendrá que instalarse en Madrid por un encargo; serán solo unas semanas. Se trata de un asunto demasiado importante. Un trabajo que no puede rechazar y que encierra más de un riesgo... Lo que no sabe es que eso lo llevará a conocer a su nueva vecina de una forma un tanto rocambolesca, sentando los mimbres que pueden hacer tambalear su mundo de nómada.
El amor llega cuando menos lo esperas. Beca no lo busca, Filip ni lo conoce. Ella lo tiene todo, pero se siente hambrienta. Él vive sin apegarse a nada, cambiando constantemente de código postal. Dos huérfanos cuyos caminos se cruzan por culpa de una puerta. Magdalenas, acción, mentiras y secretos mientras el amor busca la forma de echar raíces. ¿Tendrán al menos una oportunidad?