En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
En noviembre de 1919 la ciudad de México atestiguó el funeral másconcurrido de su historia: Amado Nervo (Tepic, 1870-Montevideo, 1919)recibió entonces el más evidente homenaje popular de su obra, la cualha perdurado en la memoria colectiva de varias naciones americanas,pues a su personalidad magnética se suma una vasta labor literariacapaz de satisfacer diversas espectativas del público de su época y de la nuestra. La presente antología, coordinada por Gustavo JiménezAguirre, nos acerca tanto a los poemas de Nervo como a sus ensayos,crónicas, aforismos, cuentos y novelas breves, géneros revalorados por críticos como Carlos Monsiváis. Además, el volumen ofrece textosautobiográficos y epistolares, algunos inéditos. Admirado por RubénDarío, Miguel de Unamuno y Alfonso Reyes, Nervo supo colocarse en elcentro del mundo cultural hispanoamericano. No obstante esasresonancias en el gusto del público -perdurables hasta mediados delsiglo XX-, su obra experimentó los vaivenes de la crítica. Por ello,El libro que la vida no me dejó escribir propone una valoraciónactual, sustentada en la selección, el estudio preliminar
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.