En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Veinticinco cadáveres. Veinticinco cadáveres de veinticinco soldados europeos muertos en extrañas circunstancias en tierras angoleñas. La mayoría no presenta herida alguna, ni de bala ni de hoja blanca, tampoco tienen golpes ni hematomas. Únicamente los ojos abiertos en una mirada de infinita tristeza. Y parece que el resto de su compañía buscó la muerte por mano propia...
Jan Pinto, teniente y antropólogo, debe averiguar la verdad de tan complicado misterio. Para ello, viajará al reino de Bailundo, donde se encontrará con un rey mago y una sociedad secreta de guerreros; ritmos, hechizos y alucinaciones; mujeres que pueden disolverse en la noche, y quizá lo más importante, el amor de su vida y el comienzo de su saga familiar.
Con una atmósfera de realismo misterioso y lúdico El maestro de los tambores es una subversión de la novela histórica en donde la imaginación narrativa se entrelaza con hechos reales para desvelar no sólo las ficciones que articulan la realidad, sino también las realidades que iluminan la ficción. Y es que, sin duda, José Eduardo Agualusa nos transporta como ningún otro narrador de nuestro tiempo al país de la magia.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.