En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
« el único consejo que una persona puede dar a otra sobre la lectura es que no acepte ningún consejo, que siga sus propios instintos, su propio criterio. Que saque sus propias conclusiones. Si hasta aquí estamos de acuerdo, me tomo la libertad de proponerles algunas ideas y sugerencias, porque ustedes no permitirán que estas limiten su independencia, que es el atributo más importante de un lector. Después de todo, ¿qué leyes pueden establecerse sobre los libros? La batalla de Waterloo se libró en una fecha concreta; pero ¿acaso Hamlet es mejor que El rey Lear? Quién sabe.»
En 1926, Virginia Woolf dio una charla sobre la lectura a las alumnas de un colegio privado. Una versión revisada de esa charla quedó finalmente recogida para la posteridad en El lector común (1932), volumen que bien podría titularse La lectora común, pues aunque el título en inglés hace referencia a una idea de Samuel Johnson («común» es quien lee sin «prejuicios literarios»), la frase también alude a la propia autora en su papel de lectora. Es esa versión de 1932 la que se ofrece aquí en castellano, acompañada de las ilustraciones de Ji Hyun Yu.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.