En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
En esta obra maestra, publicada en 1923, Jean Cocteau nos muestra, a través de Thomas, su propia experiencia en el París de la Primera Guerra Mundial. Cuando se publicó fue calificada de escandalosa por una sociedad para la que la guerra era un asunto sagrado que debía quedar al margen de cualquier mirada irónica o crítica. Cocteau se disfraza y, por medio de la impostura de su personaje, crea una realidad distinta de la que le tocó vivir. El relato nos va ofreciendo una serie de acontecimientos tan irreales como sorprendentes en los que Thomas, un muchacho de dieciséis años dotado de una especial personalidad, no tiene más remedio que jugar, provocando en los personajes que lo rodean una irresistible confianza y atracción.
«Hay gentes que lo poseen todo y no consiguen mostrarlo, ricos tan pobres y nobles tan vulgares que la incredulidad que inspiran acaba por volverlos tímidos y les confiere una actitud sospechosa. En ciertas mujeres las perlas más bellas se tornan falsas. En cambio, en otras, las perlas falsas parecen verdaderas. De igual modo, existen hombres que inspiran una confianza ciega y disfrutan de privilegios a los que no podrían aspirar. Guillaume Thomas pertenecía a esa raza de bienaventurados.»
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