En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Michelangelo Merisi, Il Caravaggio, fue el genio que revolucionó la pintura y cuya obra sigue fascinando a cuantos se acercan a su arte. Esta novela imprescindible reconstruye con rigor y sensibilidad su existencia y nos ofrece una nueva mirada, que huye de la leyenda del hombre violento y peligroso construida por sus enemigos y nos revela al artista libre, innovador, profundamente humano, que siempre se mantuvo fiel a la verdad de lo que veía y lo que sentía. Caravaggio pintó vírgenes y ángeles, santos y pobres, almas atormentadas y pasiones desbordadas. Pintó como vivió: al límite. En palacios e iglesias, entre prostitutas y aristócratas; admirado por cardenales y odiado por quienes envidiaban su talento. Jaime de los Santos escarba entre rumores y certezas para narrar, con su prosa envolvente y una extraordinaria labor de recreación histórica, la intensidad de sus pasiones, la verdad de sus orígenes y la pureza de un arte que influiría, siglos después, en otro genio, Pier Paolo Pasolini, con quien comparte mirada, obsesiones y anhelos. Una novela única, adictiva y reveladora, imprescindible para quienes a
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.