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« cuando seas mayor viajarás. Vendrás a este precioso país de España. ¡Ya verás lo que te gusta y lo feliz que serás aquí!». Con estas palabras concluía Enrique de Battenberg la última carta dirigida a su hija Victoria Eugenia. Y así fue, en1906, emprendió su viaje a España para casarse con Al-fonso XIII y no se marchó hasta 1931, cuando la familia real tuvo que optar por el exilio. De ahí que la figura profesional de la reina Victoria Eugenia y su papel social en la Es-paña de las primeras décadas del siglo XX, hayan sido los hilos conductores de la ex-posición «Victoria Eugenia» con la que Patrimonio Nacional ha querido exhibir, desde el rigor histórico, los aspectos más sobresalientes de su personalidad y los principales episodios de su vida. Además, gracias a ese discurso expositivo, se ha podido reivindi-car también la ardiente labor humanitaria y filan-trópica de Victoria Eugenia, quien a la par de haber patrocinado y presidido durante años la Cruz Roja española, impulsó el Cuerpo de Damas Enfermeras mediante la creación, en Sevilla, de un hospi-tal-escuela que llevaba, y lleva, su nombre. Como fue la
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