En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
A todos nos sucede, tarde o temprano. En algún momento de nuestra vida ocurre algo y empezamos a sufrir. Todas las certezas se desmoronan y lo que antes tenía sentido, de repente ya no lo tiene. Según la milenaria tradición oriental, cada ser humano nace como un cuenco íntegro, perfectamente capaz de contener en su interior belleza y felicidad. Con el tiempo, sin embargo, los acontecimientos hacen que en ese cuenco se formen grietas más o menos profundas. Así, la belleza y la maravilla que la vida nos ofrece se dispersan, y nos sentimos incompletos, imperfectos, insatisfechos, como si la felicidad se nos escurriera entre las manos y ya no pudiéramos alcanzarla. La buena noticia es que existe un camino que nos permite devolver al cuenco su integridad, haciéndonos de nuevo capaces de retener la belleza y la alegría: el sendero de los Patra. Un camino sencillo y delicado, hecho de presencia, cuidado y amabilidad. Un viaje de descubrimiento para despertar el poder extraordinario que habita en cada uno de nosotros. El poder de crear mundos infinitos, de transformar el dolor, la crisis y las pruebas más duras en
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