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La líbertadguiando alpueblo, de Delacroix; La balsa de la «Medusa» de Géricault; los grabados de William Blake; los paisajes crepusculares de Caspar David Friedrich o los aguafuertes de Goya son algunas de las obras que ilustran este recorrido por el movimiento romántico. William Vaughan descubre, en un estudio que ya se ha convertido en un clásico, las claves artísticas de uno de los períodos más convulsivos de la historia. Analiza la renovada relación de los artistas con la naturaleza, su experiencia religiosa, su redescubrimiento de la Antigüedad así como su voluntad de explorar y plasmar los extremos del alma humana, desde el heroísmo-hasta la insania y la locura. Conjugando el análisis de la obra de los autores emblemáticos -Goya, Füssli, Delacroix o Turner- con la presentación de trabajos de pintores, escultores y arquitectos menos conocidos pero igualmente estimables, como Overbeck, Flaxman, Runge o Pugin, el autor consigue un valioso fresco de una época tan fascinante como contradictoria, referencia imprescindible para la comprensión del hombre moderno. El libro se completa con 215 ilustraciones, 21 de ellas en color.
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