En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Las RIMAS HUMANAS Y DIVINAS DEL LICENCIADO TOMÉ DE BURGUILLOS, que ofrecen la apariencia de un Cancionero a Juana, lavandera del río Manzanares de la que el supuesto autor de la obra, Burguillos, está enamorado, forman un poemario construido de manera auténticamente moderna. Un libro unitario, pensado, planificado y estructurado con criterios que bien podrían haber sido utilizados por un creador de nuestros días. Contiene ciento setenta y nueve poemas distribuidos en dos partes. La primera, la mayor, recoge las Rimas humanas. La segunda, más breve, con apartado propio y diferenciado, incluye las Rimas divinas.LOS EDITORESJUAN MANUEL ROZAS(1936-1986) Fue catedrático de Literatura Española y director del Departamento de su especialidad en las Universidades de Extremadura, Santiago y Autónoma de Madrid. Frecuentó, en sus investigaciones, especialmente dos épocas: el Barroco y el primer tercio del siglo XX. En la primera parcela publicó una treintena de trabajos sobre Lope de Vega, Góngora, Villamediana, Soto de Rojas, Jiménez Patón, etc. En esta misma colección (n. 8) editó las Obras del Conde de Villamediana.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.