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Escrita al modo de un cuento tradicional ruso, y dotada de una comicidad, de un descaro y de una frescura inigualables, esta nouvelle, cuyo título completo podría ser traducido como «Relato sobre el zurdo bizco de Tula y la pulga de acero» es todo un clásico de la literatura occidental. Cuando el Zar Alejandro visita Inglaterra acompañado de su fiel general, el cosaco del Don Platov, los ingleses, para impresionarle, le regalan un minúsculo autómata, una máquina prodigiosa, que solo puede ser contemplada si se mira a través de un microscopio: una pulga de acero mecánica, que cuando se le da cuerda, efectúa un danse. Espoleados por el afán de competencia, los rusos se proponen encontrar al artesano que sea capaz de construir una pulga igual, para así demostrar a los ingleses de lo que los rusos son capaces. Hasta que, tras una búsqueda por toda Rusia, aparece «el Zurdo», el prodigiodo artesano bizco de Tula.
Cáustico retrato de la vida rusa, y a la vez poderosa fábula «futurista», esta divertidísima historia, en una nueva y brillante traducción por parte de Sara Gutiérrez, es, sin duda, una de las grandes obras maestras de la narrativa rusa del XIX.
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