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La convicción de ARTHUR SCHOPENHAUER (1788-1860) de que la filosofía no debía ser una mera elaboración de teorías y estructuras de pensamiento, sino guía para adopción de decisiones vitales y de una determinada concepción de la vida se pone de manifiesto en los textos que, para uso y reflexión personal, fue escribiendo a lo largo de su vida, como «El arte de tener razón» (H 4435), «El arte de hacerse respetar» (H 4454) o «El arte de insultar» (H 4461). A tal fin obedece también EL ARTE DE CONOCERSE A SÍ MISMO, cuaderno íntimo o vademécum personal que el filósofo tituló a partir de la antigua y conocida sentencia griega, y en el que iba apuntando observaciones autobiográficas, recuerdos, reflexiones, indicaciones pragmáticas, reglas de comportamiento, máximas, citas y refranes. Reconstruido por Franco Volpi, en él se pueden reconocer las reglas básicas de su filosofía de la vida: autarquía, respeto de sí, amor propio, soledad, aristocracia de la inteligencia, una sana misantropía, reserva en el trato con el otro sexo, etc.: un acceso directo y sencillo a las ideas más personales del fundador del pesimismo.
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