En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Terenci Moix murió la madrugada del miércoles 2 de abril de 2003. Tal día, un año antes, el escritor tuvo una larga jornada de trabajo. Por la mañana, realizó en su casa de Barcelona una sesión fotográfica con el periodista y durante toda la tarde mantuvo una larga entrevista con él. Fueron sus últimos retratos y la última conversación aparecidos en la prensa escrita. Iborra fue fotografiando por los rincones de la casa todo aquello que podría representar el lado de coleccionista y mitómano de Moix. De los cromos de su infancia a los libros sobre Egipto. De sus primeros tebeos a las revistas de destape gay. Carteles rancios de películas, muñecos de Disney, fotos de rodaje de sus actores favoritos... Aquellos eran los mundos de Terenci Moix. Ahora, sin el novelista, aquellas fotografías cobran el valor de la vida y sus palabras se convierten en un testimonio único, desde las que se desvela un Terenci Moix mucho menos conocido y que traspasa el tecnicolor de su arco iris particular. El escritor no desdeña su imagen de transgresor genial. No oculta sus desasosiegos y reflexiona sobre lo que más quiere y lo que más teme.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.