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“Y porque esto de la Hacienda es ahora el principal y más importante negocio que yo tengo, y de donde se puede recibir gran daño o provecho a mis negocios, vos los favoreceréis y mandaréis en todas partes, donde fuere menester, que los favorezcan y busquen y entiendan en todos los medios, por donde ella podrá ser aprovechada y mis negocios socorridos” (Instrucciones de Carlos I a Felipe II 4 de mayo de 1543)

“De donde se sigue asimismo que el legislador ha de habilitar las potestades o los instrumentos jurídicos que sean necesarios y adecuados para que, dentro del respeto debido a los principios y derechos constitucionales, la Administración esté en condiciones de hacer efectivo el cobro de las deudas tributarias sancionando en su caso los incumplimientos de las obligaciones que correspondan a los contribuyentes o las infracciones cometidas por quienes están sujetos a las normas tributarias.” Sentencia del Tribunal Constitucional nº 76/1990 de 26 de abril.

Cambian los tiempos, cambia el lenguaje y cambia el tono pero, en todo tiempo y lugar, la Hacienda Pública - como eje central del sostenimiento del Estado- sigue siendo objeto de atención preferente de reyes y legisladores.

La Ley General Tributaria es la norma básica sobre la que se asienta todo el ordenamiento tributario. Para el profesional de este sector, es una norma de consulta diaria. Con esta obra se pretende facilitar la consulta de la LGT incorporando, junto al texto de la Ley, un completo índice analítico que conduce directamente a aquellos artículos que resultan de interés para el caso estudiado y que se encuentran anotados con la cita de aquellas resoluciones que los interpretan y concordados con aquellos otros artículos de la propia Ley con los que se encuentran relacionados.

La obra incorpora, anotados y concordados entre sí y con la Ley, los distintos Reglamentos aprobados para el desarrollo de la Ley General Tributaria en materia de gestión, inspección, recaudación, sanción y revisión en vía administrativa cuya consulta es tan frecuente y necesaria como la de la propia ley.