En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
No hay duda que la verdadera piedra filosofal, como sólo se atreve a reconocer Hobbes en tono jocoso, es la lápida del cementerio. Sobre todo si pensamos en la cantidad de páginas que han dedicado al tema de la muerte los filósofos de todas las épocas. La parca ha teñido el cultivo del pensamiento de malos augurios porque la piedra del osario nos remite al frío límite de la existencia. No hay nada que nos provoque un espanto más íntimo a pesar del carácter biológicamente insoslayable del óbito. Acompáñenme pues, si gustan, en este paseo por la vida y la muerte de algunos pensadores, en la búsqueda de este elixir maravilloso que, atendiendo a la magnitud de la desazón, no podrá ser otro que el que transforme el susto por la expiración en ganas de vivir, una reconciliación íntima con la existencia que destierre la angustia y la desesperación.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.