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¿Cómo calificar su poesía? Acaso dentro del impresionismo poético, como
poesía urbana, de lo cotidiano (el equipaje, la carretera -serpiente
gris venenosa y letal... donde los coches rugen-, el televisor, el
móvil, el ordenador, la teletienda, el centro comercial...), intimista,
con versos que funcionan como válvulas de escape ante las distintas
situaciones que nos depara el mundo que nos rodea, en el que se mezcla
la vida y la muerte, lo bueno y lo malo, imponiéndonos una atmósfera
contaminada, que llegaremos incluso a reclamar, como una droga (Dónde
están los gatos y sus peleas. Dónde están los coches y sus humos.
Adónde los gorriones y su alegría). Y en lo cotidiano también la
soledad, el amor, el erotismo, la tristeza, la incertidumbre (Buzón de
voz), el desencanto ante unos políticos que van a su bola, ajenos a los
problemas de la gente (28 de febrero), la disconformidad, la rebeldía,
el desasosiego, el paso del tiempo, la sensación de vacío...
Hay un cierto trasfondo de melancolía y frustración en estos poemas
que, sin embargo, abren también puertas de escape para la evasión, como
en Séptimo Cielo, con La Vie en Rose, que cantara Edith Piaf, como
telón de fondo. Aunque el derrotero se incline más hacia Encore une
Fois -o incluso el Et Maintenant-, de Gilbert Bécaud.
Pero hay otros registros variados en la chistera del equipaje:
desenfado, sorpresa (¡Te quiero!), ironía y hasta sarcasmo (Si yo fuera
Rey, Tiempos impropios, Ya no soy yo), y un cierto sentimiento cósmico
(En tu cuerpo, Noche infinita, Qué grande es el mar).
Poesía directa, descarnada incluso, con un trasfondo que va más allá de
las palabras y que denuncia el adocenamiento, el consumismo, la bazofia
de la televisión, la degeneración de la política. Pero con la paz y el
amor como estrella polar de su Utopía: "Y cambiar las balas por besos/
y cambiar las bombas por versos/ y cambiar la muerte por vida", o "Y no
temeré a la muerte porque estarás junto a mí".
Bienvenidos, por tanto, a estos Poemas en el Equipaje de Miguel Ángel
Rincón Peña, que, sin duda, van a contribuir a enriquecer nuestro
panorama poético.
- Purificación González de la Blanca