Comentarios
Nadie podría imaginar en 1957, al firmarse el Tratado de Roma, que los Seis se transformarían en Veintisiete -con posibilidad, incluso, de ampliación ulterior-. Pero tampoco ningún jurista europeo podría soñar entonces que, a punto de ratificarse el Tratado de Lisboa, tanto el Code Napoleon, como el Bürgerlichesgesetzbuch, se vean forzados a ceder su puesto de honor a nuevos Códigos europeos. Porque lo cierto es que desde hace más de un cuarto de siglo, grupos de juristas europeos -cada vez más numerosos- vienen trabajando en lograr textos unificados (de obligaciones y contratos, y hasta de todo el Derecho civil) para entrar en vigor en todos los países miembros de la Unión Europea. La Academia de Pavía, con el impulso del Profesor Giuseppe Gandolfi, ha elaborado ya el Libro I dedicado a la doctrina general del contrato, y se encuentra en preparación el Libro II, dedicado a los contratos en particular. Se trata de un texto no oficial, pero dado a conocer a la Comisión Europea, y que está siendo objeto de estudios e investigaciones en las Universidades del mundo occidental.
El autor, como miembro de la Academia de Pavía, ha participado activamente en las deliberaciones que le precedieron, y ha seleccionado aquí una serie de sus trabajos que versan sobre el concepto de contrato europeo, los elementos esenciales (singularmente, la no inclusión de la causa, cuya presencia es habitual en los códigos civiles europeos), los tratos preliminares y la denominada responsabilidad precontractual, la compleja regulación de la representación contractual directa, los efectos del contrato y de su cumplimiento, el contrato a favor de tercero y por persona a designar, etc. No se trata de un estudio aséptico o de laboratorio, fuera del espacio y del tiempo, sino bajo la perspectiva española de las consecuencias que, de estar vigente en nuestro país, su aplicación significaría para nuestro ordenamiento. Al tener en cuenta las opiniones actuales de nuestra doctrina civilista y las decisiones jurisprudenciales más recientes, no cabe duda de su rabiosa actualidad tanto para el jurista teórico como práctico.
