En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
En plena Segunda Guerra Mundial, las pequeñas huérfanas Penny y Baby han sido acogidas en una villa italiana por sus tíos y primas. A pesar de la muerte de sus padres su existencia es feliz en medio de juegos, músicas y personajes tan entrañables como extravagantes. Hasta que las persecuciones raciales del fascismo y del nazismo llegan a la villa, y la muerte y el horror convierten aquel paraíso en el escenario de la tragedia.
Lorenza Mazzetti narró en esta novela, publicada por primera vez en 1961 y rescatada años después con gran éxito de crítica y público por la prestigiosa editorial Sellerio, su propia infancia. El punto de vista de Penny, la jovencísima narradora de la historia, es el punto de vista de Lorenza: la realidad a través de los ojos de una niña soñadora y traviesa que crece fascinada por la personalidad de su tío Robert, primo del conocido científico Albert Einstein y cabeza de una acomodada familia de origen judío que, en el verano de 1944, recibiría la trágica visita de las SS por orden personal del mismísimo Adolf Hitler, quien deseaba dejar sin parientes al padre de la física moderna.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.