En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Eurípides (c. 480 - 406 a. C.) vivió en la época del mayor esplendor político y económico de Atenas, asistió a la construcción del Partenón y los más hermosos monumentos de la Acrópolis, y compartió con sincero patriotismo el orgullo de los ideales democráticos. De su vida tenemos datos poco fiables. Se nos han conservado dieciocho tragedias, casi todas ellas pertenecientes a la plena madurez del autor. Con Las troyanas, representada el año 415 a. C. después de la terrible matanza de la isla de Melos (donde los atenienses acuchillaron a los hombres y esclavizaron a las mujeres), Eurípides puso en escena el último día de la destrucción de Troya y el sufrimiento de las mujeres troyanas, que son el botín de los vencedores tras haber perdido a sus maridos, muertos, y su ciudad, saqueada e incendiada. Las troyanas es, así, no sólo una tragedia que recuerda los sufrimientos de los vencidos y la degradación moral que produce la guerra en los vencedores, sino también un alegato contra quienes detentan el poder político sin someterse a una conciencia moral y se mueven por los imperativos del imperialismo más despiadado.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.