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Se pone fin a este manual de reforma procesal con estas líneas. Quienes han constituido el equipo de elaboración han pretendido ser lo más prácticos posible en aras de un mejor entendimiento de ese nuevo proceso judicial ante el que, desde mayo de 2010, nos hemos de enfrentar, como instrumento básico de ejercicio de una nueva Justicia, la que representan los vientos de una modernidad necesaria para una Administración perdida en el tiempo.

Hemos pretendido huir de enjundias y centrarnos en este primer volumen, en las cuestiones más esenciales del día a día, con la triple perspectiva de servir primero al aplicador (secretarios judiciales, jueces, funcionarios) segundo al profesional y al ciudadano, y por supuesto finalmente a la mejor gestión de las Administraciones llamadas a liderar el proceso de cambio, con el que es el paso necesario para que todo tenga un sentido, la Nueva Oficina Judicial.

Esa idea de practicidad nos ha llevado a incluir junto a argumentos jurídico-doctrinales y jurisprudenciales, la experiencia vivida en nuestra labor diaria, y la visualización del trasunto procesal con esquemas muy visuales y con modelos. No hemos olvidado la opinión de los autores que merece su espacio en toda obra intelectual.

El paso ahora es la NOJ para que todo cambie, pues esto, por si mismo, en otro caso quedará en nada. Para ello hemos adelantado alguna opinión sobre oficina judicial que en un futuro no muy lejano esperamos poder completar aportando nuestra mejor experiencia.

Este paso ya lo hemos dado.