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Emmerich, un joven alemán que lleva una plácida vida en su pueblo quiere salir del estrecho mundo que le está reservado y cambiar su destino. Decide irse a Berlín y alistarse en el ejército. Su regimiento saldrá destinado hacia el frente ruso, el más terrible campo de batalla durante la Segunda Guerra Mundial. Esta novela es un alegato contra los horrores de la guerra, en la línea de clásicos como Sin novedad en el frente de Remarke, o El fuego, de Barbusse. Isabel Sierra recrea un ambiente, no tan distante, en el que dos totalitarismos se enfrentaban con visos de ir a terminar para siempre con la libertad para el género humano. Pero el contexto histórico se difumina para dar paso a los protagonistas: hombres sencillos, sin una causa, que se ven irreflexivamente envueltos en el horror, en una guerra cuyo sentido no se discute pero se sufre en sus peores consecuencias. La atmósfera del frente ruso está evocada en toda su dureza. La reflexión llega demasiado tarde. Toda una generación perdió lo mejor de su vida por causa de la guerra. Esta obra ha obtenido el Premio Joven de Narrativa 2010 de la Universidad Complutense de Madrid.
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