En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
La casi total ausencia de anécdota; la superposición de imágenes y planos que van cercando el meollo para que éste, por ausencia, brote; el alterne de tonos coloquiales y cultos; la invención de palabras y verbos para crear o plasmar nuevas emociones, como el amorar (de «amor») del título, y el uso de conceptos propios de los místicos españoles, son algunos de los rasgos que caracterizan su poesía. Y así, con un portentoso dominio del lenguaje, al que lleva a límites que pueden antojarse imposibles, Gelman aborda el amor, la (perra) injusticia, el dolor y el mal, para dar una visión rota de la naturaleza humana. Pese a todo, a veces la tensión se resuelve en la serenidad, quizá gracias a la perseverancia del corazón y a «la hermosura que vaga agarrada a todas las cosas». Con El emperrado corazón amora, Juan Gelman da un paso más en una trayectoria poética que ha merecido prestigiosos galardones, como el Premio Nacional de Poesía 1997 en Argentina, el Premio Juan Rulfo 2000, el Premio Ramón López Velarde 2004, el Pablo Neruda 2005, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2005, el Premio de Poesía Civil de Vercelli 2006 en Italia y el Premio Cervantes 2007.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.