En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Los banqueros, los politicos y la mayoria de los economistas estan convencidos de que nuestros sistemas bancarios no podrian funcionar sin una autoridad central que regule la cantidad de dinero y del credito de la economia. Pero el autor de esta obra cuestiona esta pretension y propone explorar alternativas basadas en la li bre competencia de los mercados. La historia de la moneda prueba que los Gobiernos siempre utilizaron su poder de emitir dinero con fines de naturaleza fiscal, politica y militar. Estos poderes se han visto notablemente reforzados desde que los Gobiernos vislumbraron la posibilidad de emitir billetes de banco con un coste insignificante respecto a su podere de compra y esta es la razon del monopolio de los modernos Bancos Centrales, una maquinaria perfecta para expropiar a la ciudadania mediante una continua depreciacion de la moneda, como prueba la historia de todo el siglo pasado.Por esta razon el autor convoca a los economistas a que analicen en profundidad las alternativas, consciente de que los modernos Bancos Centrales nunca proporcionaran la moneda solida que garantice el funciona
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.