En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
La repentina muerte (el 1 de octubre de 2010) de Miguel Ángel Velasco a los cuarenta y siete años conmovió tanto al mundo de la poesía como a la gente cercana que tuvo la suerte de su trato y compañía. Este volumen póstumo recoge la obra inédita de un poeta que, como afirmó Carlos Marzal en un homenaje reciente, «vivió la experiencia de la poesía como muy pocos han hecho: fue su destino, su interés primordial, su tabla de salvación (y también su hermana amarga, la hermanastra de los reproches y las peleas). A su manera sólo suya le dispensó la más alta consideración y le entregó sus trabajos y sus ocios, sus sueños y sus pesadillas». Recogidos bajo el título La muerte una vez más, y agrupados en cuatro libros: Espinas, Historia de las manos, La muerte una vez más y Circulaciones, se presentan aquí, editados por Isabel Escudero, los poemas que coronan una obra.
«La mirada que encontramos en sus últimos versos», ha escrito Vicente Gallego, «parece no tener dueño: a fuerza de enfocarse en el objeto, el sujeto se disuelve como agente. Las cosas nos hablan ahora sin la interferencia de un observador que las cargue con sus interpolaciones, y tenemos la sensación de que es su propia música interna la que las empuja y las declara. En la posibilidad de paladear ese misterio, se funda gran parte de la visión solar y sagrada del mundo.» Ya Agustín García Calvo se dirigió a él para agradecerle en 1998 sus altas artes poéticas y musicales: su cuidado del ritmo del lenguaje, el sonar de los versos al oído, en una carta-prólogo que continúa aquí, después de su muerte, como entrada a esta obra póstuma: «Tus versos me desplegaban tantas palpables maravillas?, la memoria viva de lo que se podía palpar y se nos roba de entre los dedos. Y, si la poesía estaba para descubrir la mentira de la realidad, puede que haya otras vías?; pero es tan inmediata y sensible ésa que se te ha dado de que en un grano cualquiera de la masa, vendida y despreciada, estalle la infinitud, el no saber en el sentir?».
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.