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El término copto es la deformación del vocablo griego Aigyptio, con el que los griegos designaron al pueblo autóctono egipcio, y que en nuestra época hace referencia a los cristianos de Egipto. El cristianismo se extenderá desde Alejandría hacia el sur de Egipto, alcanzando Nubia y Etiopía y dando lugar a un desarrollo cultural y artístico único en toda la historia del valle del Nilo, momento en el que nace el movimiento monástico en el Próximo Oriente Antiguo, que tanto influenciará en las órdenes religiosas occidentales. El destino de Egipto ha estado ligado desde antiguo al de sus vecinos del sur. Ya desde el tercer milenio se encuentra mencionado en los textos egipcios el País de Punt, y alrededor del 1.500 a. C. tienen lugar las primeras expediciones egipcias a Nubia. Después de los siglos de dominación persa, Egipto recibe a Alejandro Magno como un gran liberador; las flotas ptolemaicas fundan nuevos establecimientos en Eritrea y se expansiona el reino de Aksum. La cultura copta resulta tan fascinante como desconocida. El Nilo cristiano nos describe esta cultura y nos acerca su rico legado a Occidente.
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