Libros

Comentarios

Al igual que si del sabor de la tierruca se tratara,
Pepita Jiménez Carreras nos transporta a su mundo más íntimo,
al mundo donde se desarrolló su infancia. Espacio costumbrista
cuajado de adjetivos en el que predominan los diminutivos y
los apelativos cariñosos. La autora ha sabido rescatar el léxico rural
de su valle del Tera, palabras como tenao o trancar, truque o tino
desfilan por estos cuentos y deslumbran y embelesan al tiempo que
enriquecen a los lectores más jóvenes, a quienes van dirigidas estas
narraciones, pues son numerosos los guiños de afán didáctico.
Detrás de las colinas es un repertorio de cuentos que se leen como si
nos los contaran al amor del fuego hace ya algunos años, que
entretienen, enseñan y divierten, así sucede con el titulado Adobes"
que reproduce las risas picaronas del gallego y las mujeres del pueblo.
O "El tren" en el que pareciera que viajamos en un ahora desconocido
vagón de tercera en este siglo XXI de alta velocidad. Entrañables
resultan algunos personajes, como el tío Jacobo y la pobre tía Tecla.
En definitiva, esta colección de historias breves, de conversaciones
después de la cena resulta una hermosa y lírica apuesta por la
recuperación del tiempo perdido a la manera del mejor Proust".
JOSÉ ANTONIO EXPÓSITO HERNÁNDEZ