En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
¿Es la energía nuclear realmente la única alternativa viable a los combustibles fósiles? ¿Es tan segura y limpia como sostiene el lobby nuclear? ¿De verdad es la mejor opción para combatir el cambio climático? ?La máquina del fin del mundo? muestra que el sueño de la energía nuclear que nos están vendiendo es pura fantasía. Rebate el mito de que es más limpia y segura que otras fuentes de energía y muestra cómo con frecuencia se ocultan sus verdaderos costes: desde las grandes subvenciones para construir la infraestructura hasta la garantía implícita de que, en caso de un accidente, los costes serán asumidos por el público. Accesible, documentado y riguroso, este libro es una aportación imprescindible al urgente debate sobre la energía mundial.
?Actualmente, la energía nuclear satisface entre un dos y un tres por ciento de la demanda energética mundial, lo que ni siquiera es suficiente para justificar la desmesurada inversión y los riesgos que entraña. Una estrategia de planificación sencilla y realista puede reducir mucho más el consumo de energía sin poner en peligro la vida y devastar regiones enteras.?
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.