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Cuentan las crónicas que la figura del árbitro saltó a la palestra en 1872, año en el que los jugadores dejaron de ser quienes juzgaran por sí mismos las posibles infracciones que pudieran cometerse a lo largo de un partido. Al árbitro se le conoce por términos como colegiado, juez de la contienda y, con cierta jocosidad, señor del pito. En la segunda década del siglo xx se le solía denominar también el nazareno. No cabe duda de que se han publicado miles de reseñas sobre las polémicas y altercados de los árbitros con jugadores, entrenadores, aficionados , pero apenas se ha escrito acerca de las curiosidades, anécdotas y vicisitudes de los colegiados fuera y dentro de los terrenos de juego.Este compendio desgrana vivencias acumuladas a lo largo de más de un siglo, con decenas de jugosos ejemplos como aquel colegiado que tuvo que salir con una peluca rubia de un estadio, el origen de las tarjetas amarilla y roja, cómo Cristiano Ronaldo expulsó a Rooney o bien el increíble hecho de que aspirantes a colegiados deberían saber tocar la ocarina o ese colegiado que escuchaba música de rock antes de los partidos.Un libro para los aficionados y amantes del fútbol en el que se descubren simpáticas, pequeñas y grandes historias, aventuras y desventuras de un colectivo al que siempre se le mira con lupa
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