En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Mi nombre es La-pi-ce-ro, tal cual suena. Aunque mucha gente, mayores y pequeños, tienen la costumbre de acortar mi nombre y me llaman simplemente Lápiz. Así se presenta el Sr. Lapicero a Edu, su dueño, cuando decide escribir un diario para contarle las aventuras y sufrimientos que atraviesa todos los días en el cole. Y es que Edu es un poco descuidado y a veces se le olvida cómo tiene que tratarle y, claro, el Sr. Lapicero ya no puede más. Edu aprenderá con este diario la importancia de cuidar bien su material para rendir al máximo en el colegio.
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