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Mala semilla es como algunas ciudades llamaron a las últimas mujeres ahorcadas por brujas en 1645. En este libro, sin embargo, la mala semilla son las nuevas concepciones sobre la brujería, surgidas en el siglo XV, que germinaron en los dos siglos siguientes como cazas de brujas mortales en buena parte de Europa.

Los treinta y un capítulos del libro presentan, a partir de una documentación en su mayor parte inédita, otras tantas historias de brujas, fascinantes y terribles, ocurridas en el norte de España de 1461 a 1662. Entre los nuevos documentos hay unos veinte juicios y veinticinco testamentos de mujeres presas, realizados antes de su ejecución.

Aragón fue después de Cataluña la zona de España donde más víctimas causaron las cazas de brujas. En La mala semilla se incluye una lista de las 120 mujeres ajusticiadas, que en su mayoría fueron ahorcadas. Las juzgaron sobre todo los municipios y otras instituciones locales. La Inquisición apenas condenó a muerte por brujas en Aragón a una decena de mujeres.

Los episodios más graves fueron la gran caza de 1574-1576, en la que murieron 37 mujeres, y el ahorcamiento de otras 24 en tierras de Laspaúles en 1592. En el libro se relacionan estas persecuciones con las convulsiones que afectaron a la sociedad aragonesa en estos siglos: el bandolerismo, las Alteraciones de 1591 o la guerra de Cataluña, a partir de 1640.