En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
El hombre es esclavo de mil creencias: cree que existe el día de mañana, y jamás se ha movido del aquí y ahora. Cree que existen los problemas personales, cuando todos los plantean y resuelven las circunstancias de la vida. Cree que hay algo así como lo conveniente e inconveniente, sin ver la agilidad con que lo malo deviene bueno y viceversa. Cree que existen realmente las ganancias y pérdidas, como si la muerte no existiera. En definitiva, cree devotamente en su persona, en el muerto, que lo esclavizará mientras viva entre ilusiones. Este es el diagnóstico que hace este ensayo. ¿Cabe una religiosidad que vaya contra toda creencia, que nazca allí donde el alma se ha librado de la imaginación y la esperanza? Para el autor, la auténtica religiosidad sólo puede ser el fruto de la extrema pobreza. El que haya tocado el fondo de sus desengaños y esté ansioso por iniciar la aventura de dar consigo en su cumplida desnudez, encontrará en este libro el aliento de muchos de los hombres que lo precedieron en el hallazgo de lo desconocido, de lo increíble, de lo inmediato, de lo enteramente nuevo y vivo.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.