En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
¿Sabíais que Antonio SantElia murió en la Primera Guerra Mundial, cargando en bici contra una fortaleza? ¿Sabíais que Francesco Borromini se clavó una espada en el vientre en un ataque de rabia, en un enfado terrible? ¿Sabíais que Carlo Scarpa murió en Senday (Japón) a causa de...? ¿De qué murió Scarpa? Nadie lo dice. Nadie habla de estas cosas y cuenta episodios tan morbosos. ¿Por qué? La biografía es un género de ficción. No es sólo que el biógrafo tienda (a veces incluso involuntariamente) a acomodar a su conveniencia los hechos que cuenta, sino (sobre todo) que el mero hecho de contar la vida de alguien es imposible, y al intentar hacerlo trazamos una línea argumental coherente que no es real. ¿Por qué no contar cada muerte con un estilo literario diferente, imitando distintas obras, e incluso tomando fragmentos de ellas? Así el estilo elegido sería un dato más sobre la vida y la muerte de cada arquitecto. El juego consiste en un collage que toma una obra literaria (en cada muerte se indica cuál), y con fragmentos (o tonos, o sugerencias, o ecos) de ella va relatando la muerte de un arquitecto.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.