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En general, la Bolsa es una de las instituciones más antiguas que integran los sistemas socioeconómicos de los países. Asimismo, es el lugar de encuentro de compradores y vendedores, es decir, de sociedades y ahorradores, donde todos muestran las estrategias inherentes a cada situación y necesitan investigar las causas de las subidas y bajadas, y medir los efectos para controlar la tendencia de los valores. Todo ello implica que las sociedades bursátiles precisan, para desarrollar sus objetivos, de la utilización de técnicas más modernas, así como de la tecnología más avanzada, con multitud de denominaciones y vocablos extraños, siempre en sintonía con el contexto que las subtiende; aunque por su naturaleza, la Bolsa ha tendido a permeabilizar y traspasar las fron-teras, generando un lenguaje versátil y cada vez más universal. En esta obra, al lado del inevitable inglés, se ha buscado la raíz, en cada vocablo: latina o griega, árabe o moderna. También, el libro tiene otros apartados como el de Siglas y acrónimos, ineludibles en la dinámica sociedad actual. Lo completa una síntesis de personajes relevantes por su aportación a la Bolsa desde diferentes campos. Todos tratan de fijar y precisar el contenido semántico y bursátil. El autor, catedrático de la E.U. de Estadística de la Universidad Complutense de Madrid, de la que fue director durante doce años.