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Flanagan no cree en vampiros, al menos cuando luce el sol. ¿Y de noche, solo en un castillo en ruinas, en una comarca famosa por su cosecha de cadáveres desangrados? Una apuesta estúpida llevará a Flanagan a una situación terrorífica. Lo que pensaba que serían unas plácidas vaciones de fin de año en la nieve, se convierte en una sucesión de sustos, situaciones peligrosas y personajes enigmáticos. Un asesino convicto y presunto vampiro escapado de la cárcel, un escritor plagiario, un tataranieto de vampiro legendario, una chica guapísima que no dice todo lo que sabe, un peligroso gángster de pueblo..., todos se mueven en un escenario de montañas nevadas y cubiertas de bruma. Mientras tanto Flanagan trata de resolver el misterio más desconcertante al que jamás se ha enfrentado. Y por si fuera poco tiene otras preocupaciones. Por ejemplo, la que representa el niño pijo empeñado en quitarle su novia, Nines, o la búsqueda del enmascarado del que se ha enamorado María Gual, o un cursillo acelerado de esquí con seguro incluido por si hay que ir al traumatólogo. Flanagan va a necesitar mucho ingenio para poder con todo.
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