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PROHIBIDO MADRUGAR cuenta la historia de Agustín Cortina, un veterano inspector de policía, que lucha por desarticular una organización, integrada por los llamados Diurnos, que se dedica al crimen organizado con un modus operandi similar al de las sectas para romper una nueva ley. Por esto, esta obra es una novela policíaca de un estilo rápido y ágil, donde predomina el diálogo directo libre entre los personajes, como también, las descripciones objetivas de personajes y espacios que buscan la literariedad en la ruptura de los códigos habituales y en el juego con los contextos y las palabras. La hilaridad a menudo viene dada en la ridiculización y humillación de los personajes, saliendo a relucir la humanidad de estos en sus propias debilidades y en sus vicios y defectos. La capacidad que tiene Fernando Quevedo para mostrar el drama humano como un medio de auto-superación, provoca la empatía del lector con los personajes y con el mundo escabroso al que se va accediendo en la lectura. Por último, el autor quiere hacer reflexionar al lector sobre los dramas y las consecuencias de la prohibición estricta y represión de conductas, tal y como ocurre en la actualidad con el dilema del consumo de las drogas, y en torno a las mafias que se lucran con ello.



En definitiva, PROHIBIDO MADRUGAR se trata de un libro divertido con una interesante historia policial plagada de personajes que se debaten entre la frustración de una vida alejada del éxito y la superación de dicha frustración a través de sus propias acciones cotidianas. Así, este libro manifiesta un estilo ameno que atrapa al lector y con el que los amantes del género negro y de la literatura obtendrán una interesante experiencia de lectura.