En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Recetas e historia. Ficción y realidad. Cuerpo y alma. Con este libro el autor pretende alimentar a ambas. Fiel y empecinado valedor de la cocina andaluza, de sus ingredientes y maneras, Enrique Becerra rompe una lanza en favor de la "no modernidad" en el sentido más novelero de su significado. Hoy en día el 99% de lo que se edita sobre gastronomía va de experimentos, fusiones, texturas, aromas y tal, pero la cocina tradicional sigue ahí; es nuestra fiel compañera de diario (o debería serlo). En este libro le proponemos elevar a los altares esas recetas de toda la vida con las que hemos crecido. Vestirlas de gala. Hacerlas protagonistas o, mejor dicho, reconocer su protagonismo. Y qué mejor salsa para ellas que las historias, anécdotas o cuentos que las acompañan. Vivencias reales o imaginadas salidas de la misma mente que las recetas y consecuencia de más de treinta años de atención al público. El autor soñaba en su juventud con estudiar periodismo para llegar a ser escritor, pero don Destino le dio otra carrera más valiosa aún para almacenar personajes, situaciones... y recetas: las mesas de su restaurante.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.