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Las estrellas no mienten... Los hombre sí.
La comedia más romántica del año.Nunca he creído en el horóscopo. ¿Sabéis por qué? Porque te dice que estás viviendo un periodo favorable, te da tres estrellas en salud, dinero y amor y sin embargo te sientes como un trapo viejo, tu novio te acaba de dejar y corres el riesgo de perder el trabajo.¡Bienvenidos al club de las desdichadas intergalácticas!Me llamo Alice y hasta hace unos meses mi autoestima estaba por los suelos. Mi ex estaba a punto de ser padre y un hombre imposiblemente sexy acababa de aparecer en la oficina, lo que no me ayudaba demasiado.Entonces a mi vida llego Tio, mi entrenador astrológico personal, para explicarme que mis problemas no eran debidos a un complot cósmico sino a la posición de los planetas en mi carta astral. Así que lo único que podía hacer era ponerme en manos de la obra y averiguar qué sorpresas me tenían reservadas las estrellas.Y os aseguro que lo que descubrí fue mucho más que eso y, sobre todo que, cuando se trata del amor, el destino no está escrito en el cielo.La crítica ha dicho...
«La traductora de Cincuenta sombras de Grey en Italia publica su propio best seller. Estamos ante una novela alegre, una historia de amor contada con ironía, con una protagonista atractiva sobre un tema llamativo y que da juego desde el punto de vista narrativo.»
La Repubblica«El amor en tiempos del horóscopo. Para solucionar los problemas del corazón no es suficiente con conocer tu signo. Lo explica esta novela para leer con la sonrisa puesta.»
Vanity Fair«No había terminado de escribir la última palabra cuando el libro ya se había vendido a quince países y los derechos cinematográficos también.»
Gioia!«"Me siento como la Marie Curie de los signos zodiacales, hago experimentos de campo sin protección. Hago ciencia. O casi...", nos dice Alice, la protagonista de la novela que será el best seller del año 2015.»
Corriere della Sera«El best seller Guía astrológica para corazones rotos inaugura un nuevo filón. Los signos zodiacales del siglo XXI se reinventan con ironía e inteligencia.»
La Stampa