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Este libro relata el origen de las residencias universitarias femeninas en España en el contexto de la expansión del primer feminismo y de sus reivindicaciones, que incluían no solo el derecho al voto sino también la educación para las mujeres, y que fue protagonizado inicialmente por las feministas anglosajonas desde mediados del siglo XIX. En el marco de la Edad de Plata, las mujeres españolas de las primeras décadas del siglo XX, hasta la Guerra Civil, ofrecieron espacios culturales femeninos de debate y de circulación de opinión en un entorno intelectual pujante. Buen ejemplo de esta efervescencia fue la creación de la Residencia de Señoritas en 1915 para albergar a las jóvenes españolas que acudían a la universidad, así como, un año antes, la constitución de la Academia Teresiana, establecida con fines semejantes aunque también algunas diferencias. La obra pone de relieve además no solo el contexto, incluido el internacional, y las condiciones del nacimiento de ambas residencias, sino la intensa red de instituciones tejida en torno a esa irrupción colectiva femenina en el mundo intelectual español.
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