En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
¿Por qué, entre las numerosas disidencias ideológicas hispánicas, han sido el materialismo y el ateísmo las más silenciadas, odiadas y castigadas?; ¿cuáles son los principales pensadores ateos españoles?; ¿quiénes fueron los primeros ateos cultos o sistemáticos de nuestra historia?; ¿a qué se debe que se mezclen, desde el siglo xvii, las cuestiones puramente políticas con las especulaciones religiosas o antiespiritualistas?; ¿cómo es posible que un 27 por 100 del total de los procesos seguidos por la Inquisición, entre 1540 y 1700, estén relacionados con la blasfemia y la incredulidad?; ¿cuál fue el impacto del darwinismo en la conciencia colectiva española?; ¿cuál es hoy el estado de la cuestión?; ¿vivimos, efectivamente, en un Estado aconfesional?; ¿cuál es el alcance público de la militancia organizada en asociaciones ateas o librepensadoras?; ¿cuál es su incidencia en la opinión pública actual?; ¿qué pretenden?; ¿lograrán de algún modo lo que se proponen? Son muchos los interrogantes pendientes de respuestas claras y rigurosas, desenmarañadas. Las que se propone abordar este ensayo de historia cultural.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.