En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Tercera entrega de la entrañable tribu Malaussène, fue considerada por Le Figaro una de las mejores novelas de 1990. Benjamin Malaussène está harto de ser el chivo expiatorio de la tiránica y genial directora literaria de las Ediciones del Talión: la reina Zabo. Y para colmo de males, ahora su hermana Clara va a casarse con Clarence Saint-Hiver... director de una penitenciaría. Son demasiadas cosas, y renuncia a su trabajo. No por mucho tiempo. La reina Zabo volverá a contratarlo: las ventas del último libro del misterioso J.L.B., el autor de mayor éxito en la casa y al cual nadie ha visto jamás, no están siendo lo que se esperaba. Lo que hace falta es darle un «rostro». El de Malaussène. Escrita con un lenguaje vigoroso en el que los silencios cuentan tanto como los diálogos, llena de humor, aunque por debajo fluya una corriente de fiero escepticismo, en La pequeña vendedora de prosa -considerada una de las mejores novelas de 1990 por el diario Le Figaro, galardonada con el premio Inter y finalista al Goncourt de ese mismo año-, los embustes, las supercherías, la avaricia y los crímenes tienen su contrapartida en la ternura, el amor y la amistad sincera de una tribu pintoresca.
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.