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El viaje de Carlomagnoa Jerusalén y Constantinopla es un cantar de gesta sorprendente que no narra las grandes expediciones militares del emperador franco para ganar en largas batallas a los sarracenos y conquistar sus reinos para el cristianismo como en la Chanson de Roland. Sin trasfondo histórico alguno, puesto que Carlomagno nunca viajó a Oriente, el anónimo autor aprovechó leyendas monásticas sobre la traslación de reliquias y relatos de viajeros a Oriente para redactar ingeniosamente un cantar de gesta excepcional dentro de la tradición literaria carolingia. Con acertado equilibrio entre las escenas serias y reales y las humorísticas y fantasiosas, los francos, durante el largo itinerario, muestran fervor cristiano en los Santos Lugares mientras que, en Constantinopla, se emborrachan y se caricaturizan a sí mismos con fanfarronadas propias de soldados en tabernas. Entre tanto cantar de gesta heroico, con actos valerosos, muertes en combate y aplastantes victorias sobre los infieles, El viaje de Carlomagno pone de manifiesto que los héroes de aquellos bélicos relatos eran también hombres de carne y hue
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