En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Cuando capturamos a nuestra familia en fotografías, respondemos frecuentemente a una imagen idealizada. En este libro, Marianne Hirsch explora las convenciones fotográficas para construir las relaciones familiares y discute las estrategias artísticas para desafiarlas. Tal como muestra la autora, artistas contemporáneos y escritores exhibieron el vacío existente entre la realidad vivida y un percibido ideal para atestiguar las contradicciones que moldean las representaciones visuales de padres e hijos, hermanas y hermanos, amantes o familias ampliadas. Explorando ficción, "textoimágenes", ensayos fotográficos e instalaciones elucida sus dispositivos subversivos. A la vez que permiten falsas impresiones y malas lecturas, las fotografías familiares también prueban ser un medio poderoso para modelar la memoria personal y cultural y lo que Hirsch llama la "posmemoria". En su discusión sobre diversas fotografías de familiares que sobrevivieron al Holocausto y los desgarradores desplazamientos de la historia de fines del siglo XX, define el rol central de la fotografía en la configuración de la memoria heredada d
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.