En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
En este libro se revelan, al cabo de tres años de trabajo en colaboración con unos veinte científicos y especialistas de alto nivel, las pruebas modernas de la existencia de Dios. Durante cerca de cuatro siglos, de Copérnico a Freud, pasando por Galileo y Darwin, los descubrimientos científicos se acumularon de manera espectacular, dando la impresión de que era posible explicar el Universo sin la necesidad de recurrir a un dios creador. Fue así como a principios del siglo xx se asistió al triunfo intelectual del materialismo. De manera tan imprevista como sorprendente, el péndulo de la ciencia se puso en movimiento en sentido inverso, con una fuerza increíble. Los descubrimientos de la relatividad, de la mecánica cuántica, de la expansión del Universo y de la complejidad de la vida llegaron uno tras otro. Estos nuevos conocimientos llegaron para dinamitar las certezas ancladas en el espíritu colectivo del siglo xx, hasta tal punto que hoy se puede decir que el materialismo, que nunca fue más que una creencia como otra, está en vías de transformarse en una creencia irracional. Con un lenguaje accesible a
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.