En algunas ocasiones las existencias pueden estar erróneas o no se lo podremos conseguir en el plazo señalado. Confiamos en su comprensión y le agradecemos la confianza depositada. Esperamos no defraudarle.
Aunque parece que se haya escrito ya todo sobre Adolf Hitler, lo cierto es que este personaje que marcó el siglo XX sigue siendo, en cierto modo, un desconocido. Su compleja y contradictoria personalidad, en la que convive el despiadado dictador con el apasionado artista, el dirigente sin escrúpulos con el líder carismático o el desquiciado autócrata con el soñador de utopías, continúa dejando perplejos a los historiadores. ¿Quién era Hitler en realidad? La imagen suya que ha trascendido, histriónica y vociferante, reducida a una caricatura, nos impide conocer cómo era el Hitler humano, valga el oxímoron. En esta obra se ofrece un retrato de ese Hitler desconocido, a través de los testimonios que dejaron aquellos que mejor le conocieron. El lector descubrirá así un personaje desconcertante, capaz de sentir un amor desmedido por su madre, de enamorarse perdidamente, de adorar a los perros que siempre tuvo a su lado, al tiempo que mostraba el mayor desprecio por la vida humana. En estas páginas se relatan episodios curiosos, como el hecho de que tuvo una cocinera judía, que se extasiaba con la música de un
Este sitio web sólo utiliza cookies propias. Puedes configurar la utilización de cookies u obtener más información aquí
Más información sobre el uso de "cookies" y sus opciones de privacidad
Este sitio web utiliza cookies propias que se detallan a continuación en el panel de configuración.
A través del mismo, puede aceptar o rechazar de forma diferenciada el uso de cookies, que están clasificadas en función del servicio. En cada uno de ellos encontrará información adicional sobre sus cookies. Puede encontrar más información en la Política de cookies.
Estrictamente necesarias (técnicas):
Se usan para actividades que son estrictamente necesarias para gestionar o prestar el servicio que usted nos ha solicitado y, por tanto, no exigen su consentimiento.