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En marzo de 1883 muere Karl Marx. A los pocos días, Eleanor, "Tussy", su hija menor, publica en los periódicos un llamamiento para recopilar sus cartas, panfletos y escritos, con el propósito de comenzar un proyecto de obras completas. Por más de un siglo esa labor de sistematización de la obra del autor de uno de los libros más importantes en la historia estuvo asociada a Engels y al marxismo oficial, borrando el lugar que ella tuvo como interlocutora, traductora y par intelectual. Pero el nombre de Eleanor Marx no se reduce al espectro del padre. Versátil y prolífica, escritora y militante socialista, fue especialista en la obra de Shakespeare, brillante traductora literaria de Flaubert y de Ibsen al inglés, y una de las primeras pensadoras del feminismo marxista en pleno apogeo del sufragismo. Una vida entrelazada en el deseo de la escritura, la dramaturgia y la política, que la llevó a fundar la Liga Socialista, protagonizar el "nuevo sindicalismo" y buscar incansablemente caminos para desmantelar la hipocresía en los hogares y el matrimonio. Su muerte trágica, discutida en la época como un suicidio ind
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