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En septiembre de 1560, una expedición promovida por el virrey del Perú, Andrés Hurtado de Mendoza, partió en varias embarcaciones de un campamento instalado a orillas del río Huallaga, un afluente del Marañón. Su objetivo era encontrar el legendario país de El Dorado. La expedición estaba formada por trescientos españoles, algunas decenas de esclavos negros y quinientos indios, y la comandaba Pedro de Ursúa. Entre los capitanes se encontraba Lope de Aguirre, que llevaba desde los veinte años en el Nuevo Mundo y para entonces era un soldado curtido en muchas batallas. Al cabo de unos meses de navegación, el descontento empezó a reinar entre los expedicionarios por las muchas dificultades a las que debían enfrentarse. Lope de Aguirre supo aprovechar ese descontento para instigar un levantamiento contra Pedro de Ursúa y, posteriormente, contra el sucesor de este en el mando, Fernando de Guzmán. Una vez al frente de la expedición, Lope de Aguirre tomó la determinación de abandonar la búsqueda de El Dorado y dirigirse al Perú para conquistarlo y convertirlo en un reino independiente de la Corona de España. La e
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